El hasta hace unos días coordinador político del Partido, emprende nuevos retos no antes sin hacernos una radiografía y contarnos su visión del país y el colectivo.
¿Cómo valora su etapa al frente de la coordinación nacional del Partido?
Primero quiero agradecerle a Dios y a la Doctora Dilian Francisca Toro por la oportunidad de haber ejercido como Coordinador Político Nacional del Partido; una gran experiencia recorrer nuestro hermoso país al lado de una mujer con un gran sentido social, fue una etapa de mucho aprendizaje, que me permitió construir amistades con personas de grandes cualidades que le han aportado y le quieren seguir aportando a sus regiones y a Colombia.
¿Qué experiencias y aprendizajes destaca en todo este tiempo?
Diferentes experiencias enriquecedoras: conocer hermosos lugares de nuestro territorio, su historia, su multiculturalidad, pero sobre todo compartir e interactuar con su gente, sus costumbres su tradición, conociendo de primera mano las necesidades, problemática y posibles alternativas de solución; Colombia y lo mejor: su gente.
La colectividad dice mucho de un partido. ¿Cómo es la base o militantes del Partido de la U?
Cuando llegamos al Partido de la U, estaba desconectándose con sus regiones, con su gente con sus militantes; y con la llegada de Dilian Francisca Toro se logró volver el partido a sus raíces, a sus bases, conocer a sus credenciales, a sus militantes y darle un vuelco total a la forma de hacer política. Un política social, el Partido de la U se está uniendo y esforzándose cada día para recuperar la confianza de los colombianos, con conductas éticas apropiadas y trabajando de la mano con la población en la búsqueda de la construcción de un país con igualdad, justicia y fortalecimiento económico en cada región que conlleve a una verdadera paz.
¿En qué estado está en la actualidad el Partido de la U como partido?
El Partido está en un estado de cambio, de reconstrucción, de renovación, de recuperación de la comunicación y la confianza con los colombianos, que nos conducirá a un crecimiento y posicionamiento como el Partido de la Gente
¿Cómo mira el Partido de la U a las regiones?
El Partido de la U mira a las regiones como su mayor aliada para construir conjuntamente un mejor país para las presentes y futuras generaciones, esto conducirá en un gran aporte en el desarrollo socioeconómico de cada región
¿Cómo ve iniciativas como Líderes para Confiar?
Es una iniciativa que todos los partidos deberían tener, porque es abrirles la puerta a los liderazgos en las regiones a esas personas que han desarrollado un trabajo social comunitario en sus regiones, que viven y conocen la realidad de sus territorios, este cambio de perspectiva del partido busca candidatos idóneos, trabajadores, honestos y con amor por su país y su gente. Y por ellos Finalmente el Partido de la “U” se está reconstruyendo desde sus bases, desde las provincias, de la regiones entendiendo que la política cambió y que el país necesita de estos nuevos liderazgos.
¿Cuál es el futuro de Óscar Apolinar en política?
Me ha apasionado la política desde muy joven y veo la política como instrumento para poder llevar a cabo soluciones reales para las comunidades y, recorriendo el país y escuchando a su gente se abre un nuevo espacio de gestión a nivel nacional y estamos preparándonos para ello. Seguiremos sirviéndole a nuestro país de una forma transparente, haciendo control político porque los recursos de los colombianos son sagrados impulsando leyes que fortalezcan los valores y la unión familiar, proponiendo leyes que nos ayuden a tener un país más equitativo, más unido, más justo, con calidad educativa con un sistema de salud sensible y eficiente y con infraestructura vial que conecte al centro con sus regiones, que lleven al cambio que todos anhelamos, además ayudar a la deconstrucción del estado desde los territorios respetando y valorando la multiculturalidad de los mismos, a repensar la sociedad y propender por la descentralización socioeconómica del país; y ante todo a servir de interlocutor de nuestras regiones. Estaremos donde Dios y la gente quieran.
