Erasmo Zuleta es un joven que al acercarse a los 32 años sigue alimentando con los fuertes ímpetus propios de la su edad, pero al mismo tiempo muestra la ponderación del hombre que entiende las responsabilidades que conlleva trabajar por el país, dejándose acariciar por la calidez de su tierra cordobesa, deja volar su imaginación para compartir con Colombia sus grandes amores:
Su Primer Amor emana de su cuna y es fruto de la dedicación de su familia en luchar incansablemente por la defensa de LA EDUCACIÓN.
Fueron sus abuelos maternos los fundadores de los mayores y más significativos centros de estudios en Córdoba y otros sitios de Colombia.
Los nombres de Elías Bechara y Saray Castilla, quedaron impresos para la historia no solo por sus brillantes ejecutorias, sino en el corazón y el alma de miles de colombianos que gracias a la educación, conquistaron sus sueños.
Su segundo gran amor, el apasionante Río Sinú, su suave brisa, su transitar apacible y silencioso, la luminosidad de sus aguas al reflejarse el sol, cautivaron a Erasmo a imitar a su abuelo e inculcar en los cordobeses la consigna de tener a nuestro Sinú, como la mayor y más próspera esperanza para el desarrollo de Córdoba.
Luego ocupó un preponderante lugar en su alma su inagotable dedicación a su pueblo; jamás pensó incursionar en la política, mientras su única dedicación era la educación, pero fiel a Sócrates, el padre de ésta y frente a los latigazos de las injusticias y las enormes y cada vez mayores brechas sociales, decidió con su indomable espíritu cabalgar cuál Quijote, en procura de soluciones a través de una curul en el Congreso.
Ya como Representante, explotó el inmenso caudal de sus aspiraciones, y en procurar del bienestar de millones de colombianos y con preclara evidencia de sus evidentes propósitos, en interesantes intervenciones y el impulso de varias iniciativas, fue construyendo la ruta de sus realizaciones.
La pandemia, quiso frenar sus propósitos, pero logró sobreponerse y cual Guerrero perseverante, prosiguió la marcha, dolido hasta el alma por la situación del país, frente a los miles de colombianos que no lograron sobrevivir y sobrecogido por el padecimiento de las familias y la impotencia ante la pobreza y la miseria que con banderas rojas en sus ventanas, le expresaban al mundo el tamaño de los sufrimientos de los connacionales.
Con la brillantez de sus ideas y con el recuerdo vivo de los millones de Colombianos que reclamaban oportunidades, presentó al Congreso un proyecto de Ley para que de cientos de millones de pesos, que eran recursos de compatriotas depositados en fondos de pensiones, que generaban empleos y riqueza en el extranjero, un buen porcentaje de ellos se debían invertir en el país para estimular los emprendimientos y con ello la creación de miles de empleos para mitigar el hambre de muchos colombianos; se logró su aprobación y una vez se surta la sanción Presidencial comenzará a generar sus beneficios.
Por la región de su nacimiento y por el conocimiento de su economía, Erasmo Zuleta viene adelantando una incansable lucha en pro de los pequeños y medianos productores del campo colombiano, que han sido ejes y motores del desarrollo del país, pero ha cambio de ello sólo han recibido olvido y desconocimiento.
Sería una imperdonable omisión no mencionar aquí su amor por el deporte y la cultura. Siempre los ha defendido y su postura en el Congreso y en su vida como deportista, impulsándolo a estimular el deporte y la cultura como fuente de proyección al futuro.
Al lado de la juventud colombiana y Ad-portas de un debate electoral, que les permitirá visibilización en la Política, Erasmo Zuleta está comprometido desde el Partido de La U a abrir los espacios para que miles de jóvenes abracen este debate como una auténtica y válida vía para alimentar sus aspiraciones y desarrollar sus capacidades.
