Por Dilian Francisca Toro Torres
Con el fin de aportar a la construcción de una reforma a la salud que construya sobre lo construido, tenga en el centro del sistema a los pacientes y garantice a los colombianos su acceso a este derecho fundamental, desde la La U, junto con los partidos Liberal y Conservador, le planteamos al Gobierno Nacional un articulado modificatorio de dicho proyecto. Para ello, hemos presentado 20 líneas propositivas que consideramos, son claves para que dicha reforma le signifique a los colombianos un sistema que salve vidas.
Entre los aspectos más importantes de este documento, está la necesidad de establecer un Sistema de Aseguramiento en Salud de carácter mixto, con participación del sector público y privado e implementar un sólo sistema de salud que garantice los mismos derechos a toda la población, suprimiendo de este modo el régimen subsidiado y contributivo.
Precisamente, uno de los aspectos más preocupantes de la reforma del gobierno, es que no establece con claridad quién le va a responder a los usuarios por el riesgo en salud y el riesgo financiero. Por ello, consideramos que hay que modificar la reforma, mediante la creación de los Gestores de Salud y Vida, entidades que se harán responsables de cada paciente y que estarán encargadas de articular su atención.
Además de desarrollar los programas de promoción y prevención, los Gestores de Salud y Vida, se encargará de atender al paciente desde los Centros de Atención Primaria En Salud (CAPS) y definirá la ruta de servicios en los centros de nivel superior de la red integrada e integral de salud de su territorio, sin autorizaciones ni barreras administrativas, en caso de que se necesite de cirugías, exámenes de laboratorio o rehabilitación. Así, se tendrá oportunidad y calidad en el servicio, que es una de las mayores quejas de los pacientes.
Igualmente, los Gestores de Salud y Vida no podrán tener integración vertical, es decir, no podrán ofrecer servicios de salud ni tener posición dominante en el Sistema, para que no ocurra lo que pasa actualmente con las EPS. Además, apoyamos el giro directo para el pago a hospitales y clínicas, desde la Adres, para así garantizar la sostenibilidad de estas entidades.
Otro aspecto importante de esta iniciativa es reconocer la licencia de maternidad a quienes están ahora en el régimen subsidiado. Para ello, las madres gestantes deben cumplir con el requisito de hacer control prenatal. De este modo se hace justicia con estas madres que no tenían derecho a dicho beneficio y se podrá disminuir la mortalidad materna. Los recursos para estas licencias, saldrán del programa de Renta Básica Ciudadana del Gobierno Nacional.
También se deberá garantizar la continuidad del servicio a los pacientes crónicos, como es el caso de quienes son tratados por cáncer o diabetes, un aspecto clave que en la actual propuesta del gobierno tampoco está definido.
Frente al fortalecimiento de la Atención Primaria en Salud, proponemos desarrollar estrategias en medicina familiar y comunitaria con equipos extramurales, compuestos por profesionales de diversas especialidades de la salud, que busquen a los pacientes en sus territorios para la promoción y prevención. Igualmente, se deben intervenir los determinantes sociales, como el acceso a agua potable, alcantarillado o seguridad alimentaria, para así impactar de manera integral la calidad de vida de la población.
Además, estamos de acuerdo con el fortalecimiento de la infraestructura y dotación de los hospitales públicos y Centros de Atención Primaria que propone el Gobierno, pero señalamos la necesidad de desarrollar modelos diferenciales en la atención, sobre todo, en las zonas apartadas y en poblaciones dispersas. En estos lugares estos centros deben tener una capacidad resolutiva, como por ejemplo, que puedan atender un parto.
Así también, señalamos que la conformación de las redes integrales e integradas de servicios de salud se deben establecer en coordinación entre las direcciones territoriales de salud y entidades Gestoras de Salud y Vida. Además, establecemos que se respeten las costumbres y creencias de las comunidades, permitiendo incorporar al Sistema, a las parteras y los médicos tradicionales, como actores que tienen toda la confianza de las comunidades en los territorios.
Por otra parte, se le otorga al usuario el derecho a tener una libre elección para decidir cuál entidad de salud quiere que le atienda. Igualmente, planteamos que no se le limite al usuario a ser sólo atendidos en el CAPS donde está inscrito, sino que pueda acceder a los servicios de otros centros que hagan parte de su red de servicios en salud en su ciudad o región.
Este articulado modificatorio también propone mantener la cuota moderadora a los usuarios según su nivel económico, para que no se pierda este importante recurso para el sistema. Así también, dignificar el recurso humano en salud, promover la formación de más especialistas y generar incentivos para que laboren en las regiones más apartadas y dispersas, entre otras.
Finalmente, debo decir que como médica, hice el juramento de salvar vidas, y eso deseo que se consiga con esta reforma. Por eso, he puesto todo el conocimiento adquirido como legisladora en temas de salud y tras años de trabajar en el sector, para que los colombianos tengamos un sistema fortalecido, que responda a nuestras necesidades y nos permita avanzar en la construcción de todo lo bueno de la Colombia que viene.